El único tejido que nos permite movernos como un todo, es el tejido conjuntivo también conocido como tejido fascial o “red fascial”.
La mayoría de las lesiones en tendones, músculos y huesos se solucionaban tratando únicamente a la fascia, ya que si esta malla (que los envuelve y forma) se ha encogido y los oprime, disminuirá el flujo sanguíneo, el flujo linfático, habrá un peor control motor, restará movilidad y entrará en disfunción, aumentando la lesión o patología en el futuro.
Las fascias rígidas y endurecidas son las responsables de que dolores o disfunciones se cronifiquen, ya que es el tejido que da forma a tus músculos, tendones, ligamentos, cápsulas articulares, cartílagos, vísceras… Si la fascia se ha endurecido, dificultará un óptimo aporte vascular, linfático y/o neural y será la causante de ir acumulando más y más tensión en todos ellos.
La fascia mantiene unidas a nuestras células, formando diferentes capas fasciales de distintas densidades, siendo el armazón de nuestros huesos, cartílagos, ligamentos, articulaciones, tendones, músculos y órganos.
El cuerpo humano como una suma de diferentes partes, de varios sistemas que, aunque fisiológicamente están relacionados y dependen unos de otros para poder funcionar correctamente.
Durante muchos años hemos creído que la propia estructura del cuerpo humano y el movimiento se debía a los músculos y huesos que nos permiten sostenernos y movernos como un sistema de poleas. Hoy sabemos que este pensamiento es obsoleto y erróneo, ya que realmente el único tejido que nos permite movernos como un todo, es el tejido conjuntivo, es decir, la red fascial.
El término fascia, del latín “banda” se refiere a los tejidos conectivos /conjuntivos fibrosos que cubren, separan y conectan a los músculos, a los tendones, huesos, vísceras, arterias, venas y nervios entre sí.
Es en esta red fascial en dónde están todas las terminaciones nerviosas libres del Sistema Nervioso que se encargan de la propiocepción, que es la cualidad de que, por ejemplo, aún privándote de la vista, te permite saber perfectamente cómo eres, tu posición y movimiento en el espacio, sentir adentro tuyo (interocepción), alrededor tuyo (exterocepción) y la capacidad de sentir dolor (nocicepción).
Sus células principales son los fibroblastos, que son los responsables de producir tanto la sustancia fundamental que les rodea, como un entramado de fibras (el colágeno, la elastina y la reticulina).
Esto convierte a la fascia en un semiconductor liquido capaz de almacenar y transmitir la información de cualquier presión o cambio de tensión a lo largo de todo el cuerpo.
Los últimos avances científicos demuestran el importante rol de la fascia y definen el Sistema Fascial como la red que penetra y rodea a todos los órganos, músculos, huesos y fibras nerviosas dotando al cuerpo de una estructura funcional y proporcionando un entorno que permite que todos los sistemas corporales operen de manera integrada.
Es de vital importancia comprender la relación entre la fibrosis Fascial, las adherencias y el dolor crónico, desgraciadamente cada vez más frecuente por, no haber tratado la fascia a tiempo.
Una fascia sana es flexible y resbaladiza y nos ofrece una gran propiocepción y conciencia de uno mismo.
La fascia ha sido considerada como fuente de dolor, secundaria a cambios patológicos porque si se lesiona, si la fascia comienza a endurecerse, enmarañarse y engrosarse, irritará a los receptores del dolor imbuidos en ella, sobre todo si toca o atrapa capilares o nervios.
¿Por qué generamos dolor muscular y articular, desalineaciones y desordenes posturales y rigidez fascial?
Posturas repetitivas habituales en nuestro día a día resultan ser traumáticas. Por ejemplo: Sentarte torcido en el sofá, leer en la cama, inclinar la cabeza para leer en la cama o mirar el teléfono o la Tablet, agacharte doblándote por la cintura, 8 horas trabajando en una fábrica haciendo siempre un mismo patrón de movimiento que recluta una misma cadena miofascial.
TALLERES INTENSIVOS PERSONALIZADOS FIN DE SEMANA
REORDENACION POSTURAL – YIN YOGA – SISTEMA DE LIBERACION FASCIAL
En este curso vamos a ir soltando las restricciones fasciales asociadas a los traumatismos q has ido acumulando a lo largo de los años y que han ido deformando tu red Fascial.
En este curso vamos a ir soltando las restricciones fasciales asociadas a los traumatismos q has ido acumulando a lo largo de los años y que han ido deformando tu red Fascial.
Objetivo
Soltar aquella restricción fascial y fibrosis que facilite tener un cuerpo sano y libre de dolor y tensión y que goce de buen grado de movilidad y salud articular.
Las fascias son las responsables de que dolores o disfunciones se cronifiquen, ya que es el tejido que da forma a tus músculos, tendones, ligamentos, cápsulas articulares, cartílagos, vísceras…
Si la fascia se ha endurecido, dificultará un óptimo aporte vascular, linfático y/o neural y será la causante de ir acumulando más y más tensión en todos ellos.
Beneficios
Soltar las adherencias y recuperar la elasticidad del tejido Fascial.
Aumento el intercambio de fluidos (mejor circulación sanguínea y linfática).
Alivio y regulación del sistema nervioso.
Mi método de Liberación Fascial
Liberación de la Memoria Fascial es mi método de trabajo para liberar la memoria de un traumatismo alojada en la fascia. Las emociones traumáticas sentidas y vividas quedan atrapadas y bloqueadas generando a su vez bloqueos energéticos. De este modo la fascia atrapa y aloja emociones no liberadas y energía bloqueada.
¿Por qué generamos dolor muscular y articular, desalineaciones y desordenes posturales y rigidez fascial?
Las posturas repetitivas habituales en nuestro día a día resultan ser traumáticas. Por ejemplo: Sentarte torcido en el sofá, leer en la cama, inclinar la cabeza para leer en la cama o mirar el teléfono o la Tablet, agacharte doblándote por la cintura, 8 horas trabajando en una fábrica haciendo siempre un mismo patrón de movimiento que recluta una misma cadena miofascial…
Las emociones traumáticas sentidas y vividas quedan atrapadas y bloqueadas generando a su vez bloqueos energéticos. De este modo la fascia atrapa y aloja emociones no liberadas y energía bloqueada.
He desarrollado mi propio método de trabajo de conciencia postural y corporal que combinando diversas técnicas de automasaje y estiramientos profundos mantenidos en atención plena a las sensaciones físicas y la respiración, que combinan todo mi saber en base a mi formación en Reordenación Postural, Streching Global Activo, Yoga Terapéutico, Yoga Restaurativo, Yin Yoga y Hatha Raja Yoga.
TRABAJO DE TERAPIA MANUAL EN MI CONSULTA: TECNICAS MIOFASCIALES
El origen no está justo ahí donde esta el foco de tu dolor, sólo sentiremos cierto alivio o mejora. Para que la mejora sea permanente en el tiempo, hay que llegar a la raíz del traumatismo, sobre todo si éste es muy crónico, persistente a lo largo del tiempo y convive contigo desde hace años y/o si resulta incapacitante, ya que habrá compensado y afectado con el tiempo a muchas más fascias.
Técnicas de masaje miofascial para soltar la restricción fascial y fibrosis que limita movimientos y genera dolores crónicos o disfunciones se cronifiquen.
Combinación de técnicas miofasciales para ir despegando la piel: pinza rodada y masaje con ventosas.
Objetivo
Soltar aquella restricción fascial y fibrosis que facilite tener un cuerpo sano y libre de dolor y tensión y que goce de buen grado de movilidad y salud articular.
Si la fascia se ha endurecido, dificultará un óptimo aporte vascular, linfático y/o neural y será la causante de ir acumulando más y más tensión.
Beneficios
Soltar las adherencias y recuperar la elasticidad del tejido Fascial.
Aumento el intercambio de fluidos (mejor circulación sanguínea y linfática).
Alivio del dolor y regulación del sistema nervioso, remodela el colágeno, aumentando el aporte de sangre y linfa, reduciendo la inflamación y evitando la fibrosis del tejido conjuntivo.