Posturas de Poder vs Posturas de Debilidad
Las emociones se piensan con la mente, pero se sienten en el cuerpo
La ansiedad genera un hormigueo en el estómago, la preocupación desencadena con frecuencia intensos dolores de cabeza, el miedo a expresarnos se manifiesta en forma de nudos en la garganta.
El cuerpo habla, grita y somatiza nuestros estados emocionales.
¿Quieres cambiar tu estado emocional?
Puedes hacerlo cambiando tu postura con las posturas de poder.
Posturas de Poder vs Posturas de Debilidad
Nuestro lenguaje corporal puede moldelar nuestra identidad. Si de forma consciente realizamos una postura de poder, iremos cambiando a mejor, ganando confianza en nosotros mismo, aumentando nuestra autoestima. La práctica diaria de estas posturas solo nos llevan dos minutos y pueden llegar a cambiar toda nuestra vida.
Siempre se ha dicho que los pensamientos y las emociones construyen la postura del cuerpo (coraza corporal del psicoanalista Wilhelm Reich), pero se ha demostrado que tambien ocurre a la inversa (como demuestra la Dra. Cuddy que constata), que si movilizas tu cuerpo y adoptas posturas determinadas llamadas “posturas de alto poder”, tus emociones y pensamientos cambian, de tal forma, que “el cambio postural conlleva a un cambio psicocomportamental”.
Cambios demostrados
Han quedado demostrados clientificamente los cambios fisicos hormonales y los cambios emocionales con la practica de estas posturas de poder y cambios posturales relacionados con ellas. Se midieron los niveles de cortisol y la testosterona, relacionados con la actitud positiva y la vulnerabilidad ante el estrés.
¿Cómo es una de estas posturas? Para practicarla, solo debemos adoptar una postura de superhéroe o de superheroina: manos en la cintura, el pecho abierto y la cabeza alta con las piernas ligeramente separadas al ancho de las caderas. Esta postura nos hace sentir confianza en nuestra capacidad y poder ante las adversidades, poniendo el foco en superar los obstáculos del día a día.
Un cambio de postura induce un cambio general en nuestro sistema mente-cuerpo.
En función de las posturas que adoptamos, nuestra fisiología y nuestra psicología varían.
Generalmente, las posturas expansivas y abiertas demuestran poder, pudiendo llegar a intimidar; por el contrario, una postura encogida, contraída o encorvada, indicaría temor.
En función de las posturas que adoptamos, nuestra fisiología y nuestra psicología varían. Quizá alguna vez hayas escuchado la recomendación de “sonríe, aunque no tengas ganas, y te sentirás más feliz”.
Cómo usar la postura de poder en situaciones cotidianas
Te sugieroe que en nuestra próxima situación estresante (una cita, una reunión, presentación o entrevista de trabajo, o cualquier otra situación cotidiana de agobio) adoptemos una postura de poder durante 2 minutos. De este modo, configuramos a nuestro cerebro para que responda óptimamente ante la situación que enfrentamos reduciendo los niveles de estrés (cortisol) y aumentando nuestra confianza interior (testosterona).
Son posturas abiertas y expansivas entre las que se encuentran las siguientes:
- Levantar los brazos sobre la cabeza a modo de victoria.
- Poner las manos en la nuca.
- Apoyarnos en la mesa con los brazos firmes.
- Colocar los brazos en jarra y echar los hombros hacia atrás.
Repítelo hasta que lo interiorices y este habito postural “se convierta en una parte de ti”.
BENEFICIOS DE CAMBIAR LA POSTURA DE DEBILIDAD POR ESTAS POSTURAS DE PODER:
♦ Nuestra postura corporal influye decisivamente en el estado de nuestro cuerpo-mente.
♦ Las posturas de alto poder liberan hormonas que nos permiten reducir nuestros niveles de estrés (cortisol) y mejorar nuestra seguridad interior (testosterona) en solo 2 minutos.
♦ Adoptar una postura de alto poder ante una situación estresante es una estrategia avalada por la ciencia que nos permitirá operar óptimamente.
♦ Impacta positivamente en nuestra resiliencia, esa extraordinaria capacidad que todos poseemos de sobreponernos a las adversidades y dificultades de nuestro día a día.
♦ Emplear este tipo de poses es de mucha utilidad, ya que nos proporcionan un incremento casi instantáneo de la seguridad y la confianza. Ahora bien, ¿cuáles son estas posturas de poder? En realidad, son aquellas en las que nuestros brazos están separados del cuerpo y el tronco se avanza hacia adelante.